En estas obras,a través del arco, Casado nos descubre dos espacios: uno el de la luz de Almeria su nuevo hogar, estructurada en planos de color y con motivos del mundo real; otro está concebido según una organización más sencillas (su pintura de siempre), donde el tema del bodegón forma parte del primer plano del cuadro.De tal modo que, puertas y arcos,como hilo argumental parece suponer en la vida del pintor un ritual de tránsito.
En este recorrido pictórico y humano por los campos y pueblos de Almeria, Casado investiga, con un lenguaje propio, en las posibilidades expresivas que ofrecen los colores de esta tierra, encuentros que ajusta al sentido esencialmente austero del paisaje almeriense.
ANTONIA BOCERO
3/1/09
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